Europa ultraja a los refugiados.

Mientras los políticos europeos hablan de política exterior, asuntos económicos y monetarios y demás, se olvidan de que en el mundo hay 160 millones de personas desplazadas de sus países. La mayoría de estas personas son refugiados de países en guerra como Siria, Afganistán e Irak, que cada día desembarcan en nuestras costas con la esperanza de encontrar en nuestros países una vida mejor para sus familias y así comenzar de cero. Esas esperanzas cada día son destruidas pues, huyendo de una situación de miedo, hambre, guerra y destrucción, llegan a otra situación en la que son hacinados, junto con otras miles de personas, en campos de concentración donde no poseen ni siquiera los recursos básicos para vivir, como la higiene, y bajo un férreo control policial. Este es  el caso de los millones de refugiados que se encuentran en  Turquía, donde no se les ofrece ninguna garantía de que sus derechos, su vida y su libertad vayan a ser respetados.
 


 





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Con la elaboración de este artículo,de el periódico El País (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/06/18/catalunya/1466268176_048327.html), el autor ha intentado realizar una llamada de atención a la sociedad, pero sobre todos los gobiernos y partidos políticos europeos pues no pueden permitir que ésto siga ocurriendo cada día y nadie haga absolutamente nada. 
Personalmente, estoy completamente de acuerdo con el autor pues no es ni normal ni justo que personas, que cada día huyen de sus países por la situación de los mismos y que al llegar pretenden encontrar una vida mejor para sus familias, sean recibidos de la manera que lo son, siendo encerrados y hacinados en campos de refugiados, la gran mayoría en condiciones infrahumanas y sin los elementos básicos para su supervivencia, y que los gobiernos y los partidos políticos no hagan nada al respecto para intentar facilitarles la vida a estas pobres personas que lo han perdido todo por culpa de la guerra, la violencia y la destrucción.

Gracias a Dios existen organizaciones, como por ejemplo ACNUR o Unicef, que cada día ayudan a estas pobres personas a sobrellevar su situación en los campos de concentración y que luego les ayudan a reintegrarse en la sociedad una vez han salido de éstos. A pesar de toda la ayuda que ofrecen estas organizaciones éstas no pueden hacer toda esta labor solas, por eso las personas y los gobiernos tienen que poner de su parte.Los ciudadanos podemos contribuir bien ayudando a las organizaciones como voluntarios, donando dinero para que puedan comprar lo necesario para ayudar a estas personas o bien ayudando a estas personas a reintegrarse en nuestra sociedad y no desplazándolos ni discriminándolos por el simple hecho de ser de otro país, raza o religión pues todos somos humanos y ante todo personas que merecemos tener los mismos derechos, deberes y oportunidades. Los gobiernos, al igual que los ciudadanos pueden ayudar bien facilitando la vida de estas personas durante su estancia en los campos o bien ayudando a las organizaciones para facilitarles los medios necesarios para ayudar a estas personas.









http://www.google.es/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwj9t_mMscTPAhUH8RQKHSmvBz0QjRwIBw&url=http%3A%2F%2Fwww.unicef.es%2Finfancia%2Femergencias-ayuda-humanitaria%2Fcrisis-en-siria&psig=AFQjCNH0N3D1rK96M1BQnlBvBgSyXTijzw&ust=1475781552589200 (enlace de la fotografía)


En conclusión, creo que al ayudar a estas personas, que han tenido que dejarlo todo atrás para lograr un vida mejor y unas mejores condiciones para vivir y han tenido que enfrentarse a una situación de miedo y terror ante un futuro incierto, los seres humanos podremos demostrar las clases de personas que somos y podremos llegar a ser, pues si entre todos ponemos de nuestra parte podremos darles a estas personas la vida que de verdad se merecen. Gracias a este artículo me he dado cuenta de que soy muy afortunada de vivir en el país en el que vivo y de tener la vida que tengo, pues comparada con estas personas lo tengo todo a diferencia de estas personas que no tienen nada. También me he dado cuenta de lo desagradecido que es el ser humano, que teniéndolo todo piensa que no tiene absolutamente nada y que estas personas, que en realidad no tienen nada piensan que lo tienen todo con sólo estar juntos y haber logrado una vida mucho mejor de la que tenían en sus países. Este texto además nos enseña que con fe y esperanza podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos, incluso llegar a cruzar el ancho y extenso mar con tal de lograr darles a nuestras familias una vida mejor y un mejor futuro.